Este municipio enmarcado dentro del Parque Natural del Tajo Internacional tiene precisamente sobre ese río su joya más preciada. El Puente Romano de Alcántara no es un puente, es EL puente. Levantado hace casi dos mil años conserva un templete también romano en uno de sus extremos y su característico arco, constituyendo el elemento más representativo de la población. No en vano Alcántara significa en árabe “El puente”.
Sin embargo, esto no es lo único que nos ofrece esta localidad. Si nos adentramos ya en su casco urbano nos daremos cuenta enseguida de toda la historia que guardan sus calles. Su Conjunto Histórico fue declarado B.I.C. con esta categoría en 1998. Entre sus edificios más sobresalientes se encuentran las iglesias de Santa María de Almocóvar (s.XIII-XVIII) y la de San Pedro de Alcántara (s.XVII), levantada en el lugar donde estuvo la casa natal del santo, así como la Sinagoga y su barrio judío, la alcazaba árabe y el recinto amurallado o los conventos del Sancti Spíritu y de San Bartolomé (convertido hoy en Hospedería de Turismo), así como otros edificios religiosos como la iglesia de la Encarnación, las capillas de Nuestra Sra. de los Remedios, de la Piedad y de San Antón, o la Ermita de Nuestra Señora de Hitos, además de numerosas casas solariegas.
Aunque por encima de todos estos edificios destaca el Conventual de San Benito. Originario de mediados del siglo XV, es un majestuoso complejo histórico digno de visita que además fue la sede de los caballeros de la Orden de Alcántara. En su interior acoge el Centro de Identidad Órdenes de Caballería, que ofrece al visitante una idea del poder y la enorme importancia que tuvieron las órdenes militares de Calatrava, Santiago, Montesa, del Temple y, sobre todo, Alcántara en la Península Ibérica de la Edad Media a nivel religioso, político, social e intelectual, y la huella de estas que podemos seguir admirando. Y por si fuera poco, sus exteriores sirven de escenario para el Festival de Teatro Clásico que se celebra en esta localidad todos los veranos.
Alcántara es rica también en restos de edades más antiguas aún, su conjunto megalítico es prueba de ello, y en él destacan los dólmenes Maimón (sobre todo Maimón II) y el Menhir del Cabezo, y en su término encontramos también los restos de un castro de la Edad del Hierro conocido como Castillejo de la Orden, del que hoy día no queda casi nada, pero que aportó varias piezas arqueológicas importantes y que ofrece unas interesantes vistas del río Jartín. Un paraje ideal para la observación de flora y fauna, sobre todo de buitres. Y es que, por supuesto, Alcántara no solo es historia, también es naturaleza, pues como hemos dicho se encuentra dentro del Parque Natural del Tajo internacional, cuyo centro de interpretación de la naturaleza se sitúa también en este municipio.
¿Podría tener algo más? Pues sí, y es que en los calurosos días de verano muchas gentes de la zona acuden a Alcántara, en concreto a la Cantera del Cabezo, una de las zonas de baño más recónditas y populares de “la Raya” a pesar de no estar homologada por la Junta de Extremadura como piscina natural o playa fluvial. Recibe cientos de bañistas, y es que la belleza de su entorno, de importante riqueza ornitológica, hace de ella un preciado paraje natural. Sirvió para extraer el granito necesario para la construcción de la cercana presa de Alcántara, y pronto sufrió pequeñas filtraciones que originaron un charco que con el paso de los años se fue llenando hasta formar un lago de agua manantial y cristalina, desde el que se pueden avistar buitres leonados, cigüeñas negras o alimoches.
Como ves, Alcántara es una joya que no te puedes perder.
