Esta ciudad a orillas del río Guadiana constituye el núcleo urbano más grande de Extremadura. Es capital de su provincia, la más grande de España, y se sitúa en la frontera con el vecino Portugal, a muy poca distancia de la ciudad de Elvas.
En su historia destaca el periodo medieval, cuando se se funda el actual núcleo urbano por Ibn Marwán, en el 875, y en el que encabezó la Taifa de Badajoz. De esta época encontramos importantes vestigios entre los que destacan la Plaza Alta y la Alcazaba. La primera, de reciente rehabilitación, fue la plaza principal de la ciudad, y sus llamativas arcadas rojas y blancas no dejan indiferente a nadie que se pase a visitarla. La Alcazaba de Badajoz, por su parte, constituye uno de los recintos amurallados más grandes de Europa de esa época, con unas 8 hectáreas y en torno a 1.300 metros de perímetro. Fue levantada por los almohades en el siglo XII, en una importante localización estratégico-defensiva entre el río Guadiana y el arroyo Rivillas. El conjunto en general fue declarado Monumento Histórico-Artístico en 1931.
Badajoz volvió a adquirir un protagonismo significativo en la Edad Moderna, fundamentalmente en el contexto de las guerras contra los portugueses, dado su carácter de importante plaza fronteriza, durante los siglos XVII y XVIII. De esta época destacan sus recintos abaluartados, un total de ocho, que son seña identitaria de la ciudad junto con uno de sus monumentos más conocidos: Puerta de Palmas. Esta es símbolo de la ciudad y se construyó en el siglo XVI. Su integridad fue respetada cuando se levantaron y restauraron defensas más recientes, que fueron protagonistas de combates y enfrentamientos hasta el siglo XX, cuando se desarrolló sobre ellos la Batalla de Badajoz durante la Guerra Civil.
En la ciudad encontramos numerosos edificios y monumentos que son una maravilla para quien los visita. Ejemplo de ello es la Catedral Metropolitana de San Juan Bautista; capital archidiocesana junto con la Concatedral de Mérida, el Ayuntamiento de Badajoz; en Plaza de España, la Plaza de la Soledad; en la que se encuentra la Iglesia de la Virgen de la Soledad, con una torre que es réplica de la Giralda de Sevilla en tonos rojizos y que acoge a la patrona de la ciudad, los Jardines de la Galera, la Torre de Espantaperros,… La lista es larga.
Además, esta población alberga una zona ZEPA urbana, idónea para los amantes del birdwatching, fundamentalmente a orillas del río que cruza la urbe. Y la ciudad más grande de Extremadura, como es de esperar, no puede dejar de ofrecer una más que nutrida oferta para el que acude a visitarla. En ella se encuentra el MEIAC (Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo), el Museo Arqueológico Provincial, el Museo Catedralicio o el MUVET (Museo de Veterinaria) entre otros varios. En su recinto ferial, IFEBA, se celebran multitud de eventos, ferias y congresos cuyas fechas pueden consultarse en su página. Justo al lado de este encontramos el centro comercial El Faro, el más grande de la región. Y entre sus fiestas más destacadas se encuentra su Semana Santa; nombrada de Interés Turístico Nacional, el Almossassa Batalyaws, de Interés Turístico Regional, el Festival de Flamenco y Fado “Badasom” o, fundamentalmente, el Carnaval de Badajoz, Fiesta de Interés Turístico Internacional que en febrero llena de color las calles de la ciudad e invade a todos los que acuden con el estruendo de sus comparsas.
Sin duda Badajoz ofrece maravillas que no te puedes perder.
