Plasencia

En 1186, el rey Alfonso VIII funda la “Ciudad Noble, Leal y Benéfica” de Plasencia. La que es la ciudad por antonomasia del norte de Extremadura limita ni más ni menos que con seis mancomunidades diferentes: Valle del Jerte, La Vera, Monfragüe y su entorno, Valle de Alagón, Valle del Ambroz y Trasierra-Tierras de Granadilla. Y es que su ubicación es óptima ut placeat Deo et hominibus; para el placer de Dios y los hombres.

Esta hermosa ciudad aún conserva sus murallas, mandadas construir por su fundador, con numerosas puertas y torres entre las que destaca el asentamiento del antiguo alcázar que hoy alberga el Centro de Interpretación Medieval Torre Lucía, que ofrece información y curiosidades sobre de la ciudad y su historia, así como acceso a pasear por las almenas de la muralla. Además, sirve para acoger grandes eventos musicales y culturales al aire libre.

No es el único centro de interpretación placentino, también podemos encontrar el Museo Etnográfico y Textil Pérez Enciso y el Centro de Promoción de la Artesanía Extremeña La Magdalena. Aunque por lo que destaca esta ciudad a las puertas del Valle del Jerte es por sus monumentos. Junto con la muralla, el acueducto, con unos doscientos metros y cincuenta y cinco arcos, es muestra de ello. Uno de los monumentos más representativos de Plasencia, originario del siglo XVI y que abastecía de agua a la ciudad desde las sierras de Cabezabellosa y El Torno.

El casco antiguo de Plasencia, además, se encuentra salpicado de numerosas casas señoriales como el palacio Carvajal Girón, el palacio del Marqués de Mirabel o la Casa de las Dos Torres. Es inevitable trasladarse a épocas pasadas mientras recorremos sus empedradas calles que guardan multitud de palacios e iglesias y conventos, entre las que sobresalen la Catedral Vieja y la Catedral Nueva.

Plasencia contaba con una estupenda catedral del siglo XIII de estilo románico-gótico. Posteriormente, a finales del XV, la bonaza económica llevó a iniciar la construcción de la Catedral Nueva, una joya por dentro y por fuera que aúna estilos gótico, barroco y plateresco. Sin embargo, la caída de esa bonanza llevó a que esta catedral no se pudiese concluir, por lo que las catedrales Vieja y Nueva de Plasencia son en realidad dos “medios edificios” adosados e inacabados por los avatares de la historia. A pesar de ello, son quizá uno de los puntos más hermosos de la ciudad, de visita obligada para todos aquellos que pasan por Plasencia.

También es de destacar la Plaza Mayor de la ciudad, encabezada por el Palacio Municipal, en cuyo campanario encontramos al Abuelo Mayorga, un autómata que desde el siglo XVIII lleva dando la hora a golpe de martillo y que es una de las señas de Plasencia.

Esta población fue en su día una de las ciudades de Extremadura con un mayor número de población judía. La judería y el cementerio judío, enmarcados dentro de la Red de Juderías de España, son muestras de ese pasado sefardí. A día de hoy su presencia aún puede apreciarse en el mapa de la Plasencia actual. Y si no nos limitamos al casco urbano, la ciudad tiene más que ofrecernos. Fuera del recinto intramuros encontramos joyas como la ermita de la Virgen del Puerto, patrona de la ciudad, situada en un paraje desde el que divisamos una bellísima panorámica de la ciudad y el Valle del Jerte.

La cantidad de recursos turísticos de la ciudad junto con su idónea ubicación convierten a Plasencia en una maravilla que hace honor al lema de su escudo.

Qué ver en Plasencia

Qué hacer en Plasencia

Descubriendo el Corazón de la Sierra de Gata
Es hora de cuidarte y disfrutar, SPA Día Completo.
Monfragüe desde la Tierra y el Agua
Alojamiento Bujíos astronómicos de Ceclavín, chozos turísticos, construidos como las antiguas viviendas de los pastores (bohíos) situados en la dehesa extremeña, a 2 kilómetros de la localidad de Ceclavín